Son las cosas del querer

El Bullense juvenil quiso más que el Churra y lo derrotó con suma autoridad para dar ese paso tan solicitado por hinchas y cuerpo técnico. Antonio Sánchez en el inicio y Fernando Gea en la etapa final certificaron una victoria que pone a los rojiblancos en pomada de la liga.

Y el Bullense quería. Después de superar el bache de dos derrotas seguidas en Alcantarilla había que confirmar la mejoría, y además hacerlo con buen fútbol, para terminar de una vez por todas con el murmullo insistente que venía persiguiendo a éste equipo.

Y los pibes completaron un partido extraordinario.

Campoy dibujó un equipo muy ofensivo, como para poner los puntos claros: Había que ganar este partido, por eso el DT no especuló y mandó a los talentosos a jugar, adelantó los costados y el Bullense por momentos atacó hasta con seis jugadores, sitiando a su rival y sometiéndolo desde el arranque, donde Antonio Sánchez aprovechó una pelota al segundo palo para abrir el marcador.

El Churra, incapaz de crear juego, buscó siempre el costado derecho de los rojiblancos, donde Salva sufrió más de la cuenta. Fue sin lugar a dudas el único lugar donde los visitantes pudieron lastimar. Javi Fernández, de gran partido, asumió galones y estabilizó el juego defensivo de su equipo, secundado por Ginés y Paco Jiménez. La pareja central volvió a encontrarse y aportó la cuota de seguridad necesaria para afianzar a sus compañeros.

El Bullense jugó al fútbol en los minutos que Vicente estuvo lúcido. ¡Qué categoría tiene éste pibe! Da gusto ver un jugador de su jerarquía rodeado de niños talentosos como el «Dibu» Jiménez o el «Marciano» Egea, porque las sociedades que se van a crear van a ser una delicia para el paladar del hincha de Bullas, siempre exigente.

Así se pudo ver a un equipo compacto, serio, siempre concentrado, que maniató todo intento del visitante y golpeó certeramente para terminar de llevarse una victoria inobjetable. Fue Fernando Gea, mediada la segunda parte, el que le puso el lazito a la obra, agarrando la pelota en mitad de cancha, sacándose hasta tres marcas, tirando la pared con Salva y rematando en el área chica para liquidar el partido. Campoy aprovechó para darle minutos a chicos como Antonio, José Andrés y José Antonio, que no le restaron ni un ápice de intensidad al equipo, creando incluso algunas ocasiones para aumentar la ventaja. Al final fue un categórico 2-0 que se ganó el aplauso de la gente y que demostró la capacidad de éstos pibes.

En la mira aparece Guadalupe, la prueba perfecta para ver las posibilidades de unos chicos que están resueltos a escribir su historia.

 

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