Los colmillos de preferente

¿Quién dijo fácil? Adjetivo ajeno a ésta desconcertante liga Phillips Preferente. El Bullense lo ganaba con lo justito gracias a un penal de Piqueras pero el Beniel nunca se achicó y lo empató en la última patriada. Agarráte, se viene un Racing-Bullense sublime.

Sí, suena a tópico, pero es definitorio: No hay rival chico en ésta preferente, que cuando te confiás y pensás que vas a tener una tarde apacible, contra un rival que llega en horas bajas, te llega un Beniel, te cierra la canilla, te ahoga en tu zona de confort, te obliga a pelear hasta el último suspiro, te golpea feo y te deja el mambo sin percusión.

¿Cómo nos empatan en el último segundo? Esencia viva del fútbol querid@s lectores. Ningún equipo que lleva cuatro meses entrenando y compitiendo, sea de la categoría que sea, esté situado en la posición que esté, va a venir hasta Bullas a regalarnos los tres puntos. Aparte hay un aliciente en Bullas. Una fruta prohibida que todos, desde líderes hasta colistas, quieren probar: El dulce sabor de ganarle al puntero del campeonato, y eso es algo que los muchachos de Mapeka van a tener que asumir y afrontar si quieren mantenerse firmes, sólidos e invictos, como hasta ahora.

¿Era desproporcionada la victoria? ¿Era justa? Lo cierto es que el partido transcurrió en el ámbito de la igualdad, donde ninguno se guardaba nada y donde todos mostraban virtudes y defectos. El Bullense, carente de chispa en los costados, apenas florecía con Enri Gómez, que arrancaba como Garrincha a gambetear, pero siempre con el excedente innecesario que diluía el peligro. Aún así, engolosinado de más, fue «Gambetita» el que más dolores de cabeza trajo a su rival, de ahí el desconcierto ante su sustitución en el descanso.

Beniel llegaba exento de victorias desde el pasado seis de octubre. Desde entonces, tres derrotas y tres empates. Magra cosecha que lo ubicaba a un punto del descenso. ¡Qué peligro paisano! Qué peligro enfrentar a un animal herido, que no sabés por donde agarrarlo, que te gruñe al más mínimo movimiento y que en la que te distraigas te clava los colmillos.

Y el Bullense, con la ventaja del gol conseguido por la «Cobra» Piqueras, tuvo esa distracción, con el añadido de que fue en la última acción del partido, con un Beniel entregado al muere, en un centro bombeado, inerte, que terminó peinando Morán (Tremendo el partido del 22) ante la frágil respuesta de Ginés Guzmán y Aitor. Son los colmillos de una preferente donde el que se distrae, el que aminora, el que duerme, paga.

Nos toca pagar con la pérdida del liderato, y se vienen los colmillos mas afilados de ésta Preferente. Don David Vidal ya tomó nota desde la visera del Nicolás. ¡Muerda Bullense, muerda y no suelte!

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Linda iniciativa del Ayuntamiento de Bullas, en la persona de Cármen Abellán, para apoyar la lucha contra la violencia de Género. El Bullense formó con: arriba, de izq a der: Aitor Gil Mirete, Alí Lugula, José Sánchez, Maylan, Antonio José Piqueras y Ginés Guzmán. Abajo, de izq a der: Justin Sukarna, Ismael Molina, Enri Gómez, Sergio Alcaraz y Choto.
Arranca la «Cobra». Lo tenían bien medido ya desde Beniel. No le dieron resquicio en todo el partido, pero aún así se las ingenió para ser amenaza constante.
Alí remata desde afuera del área pero la numerosa defensa visitante es un muro de contención para toda iniciativa rojiblanca.
Bien de cerquita lo marcaron a Alí en cada pelota parada.
Enri en el arranque del partido. El de Cehegín empezó enchufado y fue de lo más peligroso del equipo.
Se topó Alí con uno a su medida: Morán, el 22 de Beniel, le ganó casi todas en el juego aéreo y fue el mejor de su equipo. Para colmo, fue el autor del agónico empate.
Piqueras va, obligando siempre. El goleador nunca deja de incordiar a la defensa rival y siempre es opción de peligro.
Morán en el vértice del área. Ganó por arriba, ganó en el cuerpo a cuerpo, y se dio el gusto de aguarnos la fiesta.
Enri escapa de su marca e inicia el ataque. «Gambetita» tuvo luces y sombras pero siempre desequilibró con sus acciones. No salió a jugar el segundo tiempo.
Asoma Beniel por arriba. Aun sin crear ocasiones manifiestas de gol, siempre amenazaron con sus punzantes jugadores de ataque.
El gran fuerte del Bullense que todavía no da réditos: el juego aereo. Acá ni Aitor ni Maylan llegarán a conectar, pero el capitán tendrá posteriormente la chance más clara del partido.
Nos atragantamos todos con el gol que nunca fue. Maylan cabecea y el arquero, con unos reflejos felinos, se manda una atajada extraordinaria para despejar por arriba.
Y siguió el Capitán, infatigable, buscando imponerse por arriba en cada acción. Fue uno de los destacados del partido.
Justin volvió a ser titular. El indonesio no salía desde el arranque desde la 6º jornada ante la Unión.
Ya se juega el complemento e Ismael fuerza desde el costado derecho. Infatigable el «Pulpo».
La «Cobra» y su laberinto. Siempre vigilado el goleador del campeonato.
Quizuq Soriano ingresó para tener más polvora en el costado derecho. Evidenció su reciente llegada al Bullense. Irá creciendo, porque tiene argumentos para hacerlo.
Sale el meta visitante ante la embestida de Piqueras. Gran partido del arquero, otra de las figuras de su equipo.
Preocupado Mapeka en el Banquillo. Se lo vio más inquieto que otras veces, acorde a lo que pasaba en la cancha.
El Bullense ya gana 1-0 tras el penal de Piqueras y los rojiblancos siguen buscando cerrar el partido. Acá Alí no llega por poco.
Todos arriba, en la férrea disputa de la pelota. El Bullense juega con ventaja pero no aminora la marcha.
Busca y busca el Bullense. Acá Ismael, que captura la pelota y saca un derechazo.
«Juguete» Alcaraz tuvo otro rol en la soleada tarde de Domingo, afincado en la mitad de la cancha. No fue lo determinante que viene siendo.
Busca el Beniel la llave para entrar pero el Bullense aguanta sólido atrás. A éstas alturas ya reinaba cierta seguridad de que la victoria estaba amarrada.
El juego aereo nos trajo de cabeza, nunca mejor dicho. Acá otro centro que caer en las inmediaciones del arco rojiblanco.
Otra clarísima ocasión que el arquero despeja y Piqueras no llega a completar en el segundo palo. El Bullense quiso cerrar el resultado pero no acertó.
Se calienta el partido en el banco visitante, ya en el tramo final del partido.
La gente que ya no aguanta sentada y trata de mantener al equipo, en los minutos finales donde reinó la crispación.
Sucede lo inesperado. Última jugada. Centro bombeado al área grande. Ginés mide mal, Aitor no despeja, tampoco Maylan. La pelota entra llorando en el arco. Se desata la locura del visitante. Los rojiblancos, la desazón.
Herido pero en pie, Alí es el reflejo de la amargura que dejó el empate. Cruel desenlace para el equipo de Mapeka.