El Bullense arrancó la temporada ganando, goleando y gustando. 0-3 a un Cieza sobrepasado que recién en la segunda parte se animó a buscar. Brillante debut. Ayer la figura fue el equipo.
Ni el más optimista esperaba algo así, créanme. Y no porque no hubiera buenos augurios, que los había, sino por la aplastante primera parte que se mandaron los rojiblancos, tomando una buena ventaja, y sentenciando en el complemento con una contra letal.
Cieza era una parada engañosa de entrada: Un equipo recién descendido de 3º que se armó para volver rápido. Y la Arboleja, por supuesto, ese escenario bien futbolero que siempre aprieta.
Pero la irreverencia de éstos muchachos no tiene parangón. Desde el primer minuto olieron sangre y se fueron a por su rival como un vendaval: Dos llegadas claras, un dudosísimo penal no cobrado, un remate franco de la «cobra» Piqueras que se fue cerca, el gol de Eloy desde larga distancia que abrió el marcador, y el atasque en el area chica de Cieza que resolvió Justin. Todo ésto en un cuarto de hora. Lo dicho, un vendaval.
Tambaleante, el Cieza tomó aire en el complemento y el partido tomó otro cáliz, ayudado por un Bullense que cedió metros a su rival y tuvo que trabajar a destajo para escupir cada intento de los locales.
Emergió entonces el gran trabajo defensivo (acero puro) y el excelente momento que atraviesa Ginés Guzmán bajo los tres palos. Si algo caracteriza al Bullense en éste inicio de temporada es la solidez defensiva y el jerarca que cuida el arco rojiblanco.
Y en medio de los intentos, en vano, del Cieza, apareció «Gambetita» Enri, que aun cosido a patadas se las ingenió para dejar solito a Piqueras. La «Cobra», fría y letal, le mandó un globito barbaro al arquero y la pelota se fue al fondo del arco, casi dando las gracias por tan exquisita definición.
Brillante debut del Bullense, que ahora deberá refrendar su buen momento en casa, recibiendo al Bala Azul. ¿Fue un vendaval o tan solo una tormenta? El Domingo saldremos de dudas.