Doctorado Honoris causa

El juvenil rojiblanco ganó en el Ranero contra todo pronóstico y sigue la estela de los punteros. Los de Campoy se superaron a sí mismos goleando a un candidatazo al ascenso. Los pibes se doctoraron.

¿Y ahora? Ahora más de uno se va a tener que morder la lengua, cuando no hace mucho ponían en duda la capacidad de éste equipo para dar pelea en la zona alta de la 1º Juvenil. ¡Palabras!

El piberío rojiblanco se desplazó a Ranero para enfrentarse al local y a sí mismo: Enorme desafío, el de buscar la victoria ante un rival de envergadura con claras opciones de ascender a liga nacional. Un coloso como el Ranero C.F.

Nos hemos pronunciado hasta el hartazgo acerca de las posibilidades reales del conjunto de Campoy, que hasta el sábado seguía enrolado en ese papel de «buen equipo» pero sin grandes aspiraciones. ¿Injusto? Los números no mienten, y si bien es más que destacable la cosecha de los pibes rojiblancos, cierto es que nunca había podido meter la mano en la sartén de los poderosos. Hasta ahora.

El Bullense le truncó los planes al Ranero, gracias a la inteligencia de Campoy, que supo cómo contrarrestar las hábiles artimañas de su rival, primero, para después dinamitar las pocas debilidades en su retroceso. Hiló fino el conjunto rojiblanco, y en 45´le dejó la cara llena de dedos a un atónito Ranero que parecía no entender lo que sucedía.

Sucedía que el local sólo inquietó por su sector zurdo, donde Salva Hernández tuvo tanto exceso de trabajo que terminó rompiéndose. Pero una vez soliviantado ese problema, el equipo local se quedó sin ideas para elaborar, y fue el Bullense el que tomó la posta, se puso a jugar y encontró en Alejandro Egea al barítono adecuado para empezar a sacarle los colores a su rival.

Y la orquesta sonó como nunca. Primero con la corajeada de Paco Jiménez,  obús cada vez que sube al remate, y después con la tremenda clase del «Cañito» Sánchez para definir. 2-0, y había que estar ahí para ver las caras largas de los locales camino al vestuario, shockeados ante la muestra de contundencia rojiblanca.

No bajó ni un cambio el Bullense, que siguió bien plantado y con el revólver cargado. Ranero adelantó líneas, no le quedaba otra, y eso fue caldo de cultivo para Alejandro Egea. La «Brujita» cintureó a su rival, metió la pelota en el área y Fran Valera consumó lo que fue la jugada más linda de la tarde. Vigésimo segundo gol del «Panzer» rojiblanco, que nunca falta a su cita.

Imaginen el escenario. Ranero, equipo menos goleado de la 1º Juvenil, con sólo dos derrotas en su haber, se encontraba 0-3 abajo y con una tormenta llamada Bullense que parecía no amainar, nisiquiera con el descuento de los locales. Y no amainó porque el «Cañito» Sánchez volvió a incendiar el resultado: Cuarto gol y una ola de incredulidad sobrevolando el Municipal.

Honoris Causa para Campoy y los suyos, por derribar sus propias debilidades, crecer en cada jornada y postularse a cotas nunca antes imaginadas. No lanzaremos los birretes al aire, pero sepan que en Bullas hay un conjunto de pibes decididos a escribir su propia historia.

GALERIA DE IMAGENES

El once para asaltar el Ranero: Arriba, de izq a der: José Vivo, Javi Fernández, Paco Jiménez, Ginés Espín, Fran Valera y Vicente Jiménez. Abajo, de izq a der: Kiko, Salva Hernández, Fernando Gea, Miguel Espín y Alejandro Egea.
Arranca el partido. El Bullense trata de salir de la presión local en los primeros compases.
Sufre Salva en su sector, donde lo buscaron permanentemente. El lateral se irá lesionado un rato después.
Javi Fernández, uno de los destacados en la soleada tarde de Sábado. Aquí remata desde afuera, la pelota se va cerca.
Peina Fran Valera, un bastión en el juego aéreo rojiblanco.
Paco Jiménez le pide explicaciones a la jueza. Es el prolegómeno de su gol, el primero de la tarde.
Centro al área, Ginés Espín que cabecea y Paco Jiménez que remata de media vuelta. 1-0 y todos a festejar.
Kiko y otro gran partido, algo que empieza a ser habitual para el «Cañón» rojiblanco.
Jugador de galera y bastón, la «Brujita» Egea. Aquí estuvo muy cerca de poner el segundo. Despejó el arquero en última instancia.
El Bullense es certero y golpea. El «Cañito» Sánchez ya puso el segundo, Miguel Espín se acerca para el abrazo de gol.
Antonio Sánchez y su latigazo desde la puerta del área para poner el segundo y dejar a Ranero patas arriba.
Vicente Jiménez, cada día mas asentado en el equipo. ¡Cuánto lo hemos echado de menos!
José Vivo seguramente esperaba un vendaval, pero el buen funcionamiento del equipo le facilitó el trabajo y le amainó el temporal.
Termina la primera parte. Los de Ranero no dan crédito. El Bullense gana, gusta, y promete más.
Siempre oscura, poco vistosa, pero de suma importancia la labor de Fernando Gea, que alterna, socorre, acompaña, pivotea, ataca, lo que le pidas.
El local busca descifrar pero cada intento se diluye y muta en un contraataque letal de los pibes de Campoy.
Ni con un revolver lo paran al «Panzer» Fran Valera, que una y otra vez busca el arco local.
De las ,ás claras que tuvo Ranero. Vivo ataca y el rebote quedará en nada.
Otra de Fran Valera, que a punto está de poner el tercero. A esta altura, el Bullense es inmensamente superior a su rival.
Alejandro Egea, la «Brujita» rojiblanca, está a punto de hacer una jugada antológica para que el Bullense se ponga 3-0.
Cosa de brujas. Amague rompecaderas para eliminar a su marcador, pase atrás y definición de Fran Valera para desatar la locura en la parcialidad rojiblanca. ¡Qué golazo, mamita querida!
22 tantos suma Fran Valera. Tremendo goleador que disfrutamos partido a partido y un hecho irrefutable: Si hay gol del Bullense, hay gol del «Panzer».
¡Cómo entró el «Caño» Sánchez! Antonio, que ingresó en la primera parte por el averiado Salva, fue imparable para los locales.
Otra de Antonio Sánchez, comprometido también en el repliegue.
Lindo gol de Ranero, que encuentra el descuento. Nada que hacer para Vivo.
El «Turquito» Gil ya está en la cancha para poner orden ante un posible arreo del rival.
Vaya dos para ganar por arriba. El «Lungo» Sánchez y Paco Jiménez, dos torres inexpugnables en el juego aéreo.
Lo piensa, lo imagina, lo prevee. El «Cañito» está a punto de ponerle fín a cualquier ilusión de remonte para los locales.
Aparece Ginés en la altura. Por detrás asoma Antonio Sánchez, que va a sentenciar el partido para los suyos. Era el 1-4, y en Ranero no dan crédito.
Festejan los pibes. No es para menos. Nadie había osado hacer tal estropicio en ésta cancha.
Campoy, tranquilo y muy conforme con su equipo. El técnico obtuvo una victoria de prestigio.
Minutos finales y penal para Ranero, que será el 2-4 definitivo.
Últimos instantes del partido. Javi Fernández protesta, el «Lungo» Sánchez acompaña.
Paco, siempre Paco. El central rojiblanco cumplió con creces en todas las misiones que le encomendaron.
Juanan, otro de los artífices de éste Juvenil que nos tiene locos.
Pitido final y alegría desatada en la parcialidad rojiblanca. No es para menos.
Celebran los pibes, que acaban de consumar la victoria más importante de todo el campeonato.
El marco de la alegría. Jugadores y cuerpo técnico celebran la victoria. El Bullense buscará ser la gran sorpresa de la 1º Juvenil.