Abajo caretas

El Bullense volvió a demostrar que no le pesa su rol: Victoria trabajada en Molina, la sexta al hilo, para seguir a la vera del líder. Los de Mapeka se sacaron la careta y van a por todo.

Se terminó el cuento, señoras y señores. Se terminó porque es el propio Bullense el que ha probado, una vez más, que está preparado para la pelea grande, la del ascenso a tercera y la de ser campeón de ésta Phillips Preferente, así que saquémonos la careta y seamos consecuentes con la realidad.

¿A quién queremos engañar? El plantel operado por el bisturí de Mapeka ha cicatrizado todas sus heridas, ha atravesado el habitual y lógico período de incertidumbre, y luce hoy saludablemente vigoroso. ¿Qué cambió de la semana pasada a ésta última? Otra confirmación, que estratifica lo que sentimos: Éste equipo está preparado para salir campeón.

No pierda el equilibrio. Sí, preparado para ser campeón. Y por supuesto que nada en éste caminar está resuelto, ni el destino está escrito, pero el equipo de Mapeka late, corazón impávido y desacomplejado, con la idea de lograr semejante objetivo.

El pasado Sábado volvimos a sentir que estamos cerca de lo impensado, porque el equipo sigue evidenciando sus fortalezas y confirmando la superación de sus carencias.

El baile de nombres y posiciones, que tanto han debilitado a otros equipos, ha fortalecido la estructura de un Bullense ganador, paciente como monje capuchino y letal como tiburón blanco en bajas profundidades.

Nombres como Alonso, que volvió al club con el corazón roto y sed de revancha, le han dado brío al plantel, embarcado en una tónica tan positiva que la ausencia de jugadores clave apenas se hace notar, marca registrada de un trabajo a conciencia del CT y un plantel con alternativas para todas sus necesidades.

La garantía de Ginés Guzmán, la progresión del «Vasco» Aitor Gil, el liderazgo de José Sánchez, el vértigo del «Rayo» Palazón, la hidalguía del «Pulpo» Molina, las artes de «Juguete» Alcaraz, las diabluras de «Gambetita» Enri o la jerarquía de «Panchito» Villa. Todo eso y mucho más se pudo ver en los noventa minutos del Sánchez Cánovas.

No fue un camino de rosas, porque no hay cancha en éste campeonato que lo sea. Porque si un Molina, que flirtea con el descenso, te vende tan cara la derrota, es porque acá cualquiera está capacitado para ganarle a cualquiera. Bien lo señala permanentemente Mapeka y bien lo saben en el José Barnés o en Las Colonias.

Varias lecturas y una certeza: Si el Bullense se acomoda en la cancha, y sus figuras aparecen, las chances de victoria brotan como las uvas del Aceniche en Septiembre. Basta con ver la ejecución del gol de «Juguete» Alcaraz, que envuelto en la buena dinámica de la segunda parte, capturó un buen centro de Fernando López para empalar la pelota, ponerla abajo, cerquita del palo, dejando al meta estático ante tamaño derrame de genialidad.

No nos cansamos de decirlo. Hay goles y goles, y todos tienen su relevancia, pero los de «Juguete» son técnicamente soberbios y siempre valen puntos. Para pruebas, una cifra: 15 de los 58 llevan la firma de Sergio Alcaraz, hoy máximo goleador del equipo.

Disipen sus dudas, porque personalidad para asumir el rol de candidato sobra. Por delante, nueve jornadas de infarto para hacer realidad lo que en agosto era tan sólo un deseo. Las caretas son sólo para el carnaval, porque a la lucha por el campeonato vamos de frente, a cara descubierta.

GALERIA DE IMAGENES

El once para ganar en Molina: Arriba, de izq a der: Jesús Palazón, Alberto Alonso, José Sánchez(C), Ismael Molina, Aitor Gil y Ginés Guzmán. Abajo, de izq a der: Fernando López, Yordy Tafur, Pedri Villa, Sergio Alcaraz y Enri Gómez. (Disculpas por la mala calidad de la imágen. Gajes del oficio)

 

Los primeros minutos y Ginés Guzmán ya empieza a ser solicitado.

 

Pedri Villa busca desmarcarse en el córner. El delantero rojiblanco busca estirar su gran racha goleadora.

 

Mucho trabajo para Fernando López en la primera parte. Aquí despeja con contundencia.

 

Palazón disputa la pelota en su sector zurdo. El «Rayo» irá de menos a más en el partido.

 

Primer acercamiento de peligro para los locales. Falta botada desde el sector izquierdo y la pelota que se pasea por el área chica sin que nadie pueda canalizarla.

 

Choque de tanques en la banda. Julio Díaz y Fernando López, tremendo duelo a lo largo de todo el partido.

 

La pelota atada, la vista al frente: Enri Gómez va a armar lío en el área local.

 

Gran jugada de «Gambetita», que filtra un buen pase para Pedri Villa. Se fue muy alta.

 

Llueve un centro en el área de Molina y «Panchito» Villa que no va a llegar al remate.

 

Yordy Tafur en acción. El Boliviano sigue sumando minutos y buscando su puesta a punto luego de dos lesiones consecutivas.

 

Se viene con todo Enri Gómez, que siempre genera inquietud cuando encara.

 

Otra más del duelo de Fernando López, Aquí se impone a pura potencia en el juego aéreo.

 

El «Beto» Alonso, que jugó por delante de la defensa, se fue lastimado en el complemento.

 

En el aire mando yo. Ginés Guzmán en su entorno natural, donde es garantía de efectividad.

 

«Panchito» Villa con el revolver siempre a mano. El punta rojiblanco siempre suma, ya sea con goles o con trabajo incansable. Desde su llegada, el equipo es otro.

 

La pelea Yordy ante el intento de despeje de los locales. Poco juego y mucha fricción en la primera parte.

 

Enri Gómez gambetea todo lo que se le cruza pero decide mal en la culminación. Pedri Gómez lo lamenta.

 

Saca Ginés Guzmán. El arquero y otra tarde inmaculada. Y van ya….

 

El «Rayo» en primera plana. Jesús Palazón, que obliga siempre y que nunca descansa.

 

El Molina busca pero no puede concretar. Aquí Palazón y Alcaraz presionan en la banda.

 

Yordy Tafur intentó hacerse notar por su costado. El Boliviano, que de a poco va volviendo.

 

Otro que ha progresado de manera ostentosa. El «Vasco» Aitor Gil, que tuvo una gran tarde.

 

Ismael Molina inicia la contra. El «Pulpo» se vistió de figura y fue el pulmón de todos en la victoria del Sábado.

 

Mapeka fue incisivo con los suyos, especialmente en la primera parte. El DT está concretando una temporada inmaculada.

 

Ginés Guzmán acierta a despejar en la acción más clara de los locales. El Meta es garantía siempre.

 

Soberbia estirada del Zamora de Preferente, haciendo gala de uno de sus grandes fuertes.

 

Uno que vuelve: El «pie de oro» de Alejandro Platas, que dejó atrás su lesión y está preparado para lo que se viene.

 

Caen rayos cerca del área local. Palazón, que en el complemento fue mucho más que en la primera parte.

 

Raro ver el Sánchez Cánovas con tan poca presencia de público local.

 

El Bullense es otro en el complemento y aqui nace el único gol del partido. Fernando López y un centro preciso y medido hacia Sergio Alcaraz.

 

«Juguete» la empala tal como viene, la pelota se va abajo, a la esquina imposible de un arquero estratificado ante el genial remate del 22 rojiblanco.

 

Golazo y desahogo enorme. De ahí la alegría de Ginés Guzmán en el fondo, Jose Sánchez, Alonso, Platas y Sergio Alcaraz.

 

Que golazo te mandaste Juguete! Alcaraz, el de los goles lindos y decisivos.

 

Venga para acá ese abrazo! Los jugadores celebran efusivamente un gol que será definitivo.

 

Enri Gómez sigue complicando allá por donde se mueve. Gran partido de «Gambetita».

 

Platas, presionado en su sector, en los minutos donde Molina intenta reaccionar tras el gol.

 

El Molina se queda con diez y «Panchito» Villa huele la sangre. El 9 tuvo chances para poner el segundo.

 

Qué importante es el aporte de Jesús Palazón en la banda izquierda. El «Rayo», cada día más imprescindible.

 

Los trae a todos locos. Pedri Villa busca incesantemente el arco local.

 

El «Vasquito» Aitor a pura potencia por la banda. Aitor atraviesa su mejor momento de forma, y el equipo lo agradece.

 

La tuvo «Panchito» Villa. Aquí Juanma Ortíz le va a ganar la partida en última instancia.

 

El ingreso de Ignacio Pujante le dio alas a su equipo, que empezó a buscar el área de Ginés Guzmán con más ahínco.

 

«Pulpo» incansable, Ismael Molina, que desbarata una muy clara de los locales, en plena ofensiva buscando el empate.

 

Alí Lugula, que ingresó en el complemento para aguantar la arremetida de los locales.

 

Pedri Villa intenta zafarse de su marca. El hombre-gol del Bullense no pudo estirar su racha goleadora.

 

Minutos finales. Nervios a flor de piel, pero Ginés Guzmán es un oasis en el desierto. El Zamora rojiblanco, vigente e inexpugnable en la tarde de Sábado.

 

Mapeka no para de dar indicaciones, mientras Quique Soriano se prepara para venirse a la cancha.

 

Se jugó, se sufrió se ganó y se disfrutó. Aplausos para todos en una victoria clave para seguir en la ruta del campeonato.