El Nicolás de las peñas se vistió de gala el pasado Domingo. Centenares de personas respondieron a la llamada del club y decoraron la cancha de una forma que ya casi no se recordaba.
Extraordinaria respuesta a «la llamada» del club. La afición del Bullense copó el Nicolás de las peñas para enfrentar al Abarán, y lo hizo de una forma conmovedora, como hacía rato no se sentía bajo la visera.
Se esperaba una gran afluencia de público visitante, sabedores en Bullas de la enorme cantidad de gente que suele acompañar al Abarán. Pero el hincha rojiblanco recogió el guante lanzado por los medios y tomó todos los sectores. Incluso pudimos volver a sentir los bombos, como aquellas fabulosas tardes con la peña «El Cohete» a plena batucada.
Así, con un escenario tan formidable, ameritaba que hubiera un buen espectáculo. Y vaya si lo hubo. El Bullense mostró el músculo, tanto adentro como afuera de la cancha, y de esa simbiosis salió el nuevo puntero del campeonato y una afición que, no solo respondió en la taquilla, sino también con los pulmones.
Los imprescindibles, los que nunca abandonan.