El Bullense no se detiene y ayer logró una enorme victoria en la cancha de El Esparragal (0-1). Tras una primera parte de pura fricción, los rojiblancos buscaron y fueron recompensados con el gol de «Juguete» Alcaraz. Así, el choque del próximo domingo ante Abarán será titánico.
Seis días por delante. Seis días para relamerse, para imaginar, para desear, para visualizar. En seis días llega el que, a día de hoy, será el choque más importante de la Phillips Preferente 19-20: Bullense y Abarán, ambos en la cúspide de la tabla (Abarán es líder por goles) dirimirán en el Nicolás de las Peñas cual de los dos llega a esta instancia en mejor estado de gracia.
¿Cómo se ha dado ésta circunstancia? Sencillo: Porque ambos han demostrado regularidad. Porque ambos han mostrado su arsenal en la zona de definición, y porque ambos son ambiciosos en su objetivo de pelear el campeonato.
¿Cómo ha logrado el Bullense llegar a éste escenario? Ganando partidos como el que ganó el Domingo en El Esparragal.Partidos de seis puntos. Partidos donde se pierden campeonatos. Partidos subestimados que terminan siendo decisivos. Todo eso y más consiguió superar el cuadro de Mapeka tras su laboriosa victoria, con el solitario gol de «Juguete» Alcaraz en el complemento.
En éstos tiempos donde se discute la necesidad de traer jugadores «foráneos», Sergio Alcaraz dio una muestra de lo que es un jugador con carácter. Pero, ¿Qué significa carácter en una cancha de fútbol?
Lo vamos a resumir en tres puntos básicos:
Jugar igual de local que de visitante. El Bullense se plantó en el cubilete del Esparragal y trató de establecer su juego en unas dimensiones que le restaron brillo pero nunca solidez. Buscó jugar con los habilidosos, pero entre espacios cortos y patadas se hizo imposible. Aún así, perseveró.
Pedir la pelota en lugares difíciles, en momentos difíciles: El público local tuvo una lucha encarnizada con el trío arbitral, entendiendo que estaban siendo perjudicados, especialmente en una jugada dentro del área rojiblanca que olió a penal. Desde ese momento el entorno se volvió áspero, hostil, y pedir la pelota estaba reservado para jugadores como Eloy o Alcaráz, que no le huyen a la pelota, que no abdican en su propósito de jugar, que en definitiva tienen eso: carácter.
No renunciar nunca a ganar: Imposible dar dos toques sin ser cazado. Así de estricto fue el juego el pasado domingo. El Bullense no pudo crear las sociedades de la jornada anterior: Eloy siempre tuvo la marca encima, «Gambetita» Enri quedó out muy pronto, fruto de su desquicio con el árbitro y los defensores rivales. Palazón amenazó pero sus obligaciones en el fondo se le duplicaron, al igual que a Choto. Alí dominó el juego aéreo pero su influencia no tuvo atisbos de peligro. Fue Alcaraz el que seguramente mejor supo controlar su espacio y hacerse dueño de la pelota, y ya en el segundo tiempo se vistió de héroe tomando la pelota, empujando a su equipo hacia arriba y logrando el gol con una definición extraordinaria: No le tembló el pulso a «Juguete». Decía el genio argentino Ricardo Bochini que en un mano a mano, pegándole con el interior abierto al palo largo es imposible que no sea gol. Alcaráz le dio la razón al ídolo de Maradona.
El Bullense se trajo una victoria que lo deja en puertas del liderato. El próximo domingo, declarado «Día del club», llegará la prueba de carácter más importante hasta el momento. Hay imponderables en el fútbol, eso es sabido, pero viendo el caminar y la personalidad de éste plantel no tengan dudas: Aca hay un equipo con carácter que está resuelto a ser protagonista.