Al final no hubo sorpresa y el Real Murcia se impuso con autoridad a un Bullense todavía muy verde. Los locales aguantaron bien la primera parte pero se derrumbaron en el complemento. Fue 0-3, en el estreno de José Mapeka en el banco rojiblanco.
Seguramente sea el resultado lo menos relevante de éste partido, ya que por su propio peso era evidente la superioridad del cuadro capitalino. El Bullense plantó cara en la primera parte aguantando las embestidas del visitante, que dominó claramente todas las zonas de la cancha, con un Manolo patrón que se adueñó de la medular.
Los granas rápidamente encontraron vías de entrada por los costados y sometieron tanto a Choto como al recién llegado Joaquín Cano. Así llegaron las chances, donde Ginés Guzmán (otro que debutaba) fue clave para sostener un resultado que llegó con 0-1 al descanso.
Ya en el complemento el libreto siguió siendo el mismo, con un Murcia muy cómodo que solo tuvo que tejer un par de jugadas para terminar goleando. El Bullense no supo reacomodarse con los numerosos cambios y apenas inquietó al arco grana.
Lo Mejor? La extraordinaria entrada, con un Nicolás de las peñas que presentó un marco fantástico, y el regreso de Manolo (¡Qué clase tenés querido!) que fue muy aplaudido cuando se fue sustituido.
Jose Mapeka se fue conforme y con la mente ya puesta en los siguientes partidos, con rivales «más terrenales», que servirán para medir de forma más ajustada el progreso de su equipo.
El Martes espera el Churra. Allá vamos.